30 jul 2012

SUENOS DEL FAR WEST






Póngovos aquí un artículu de Alfonso López Alfonso d´un viaxe que fixo pela tierra de los cunqueiros. Espero que vos preste. A mi emocionóme.


PEQUEÑAS RESISTENCIAS


Alfonso López Alfonso


Asomarnos al precipicio de lo vivido nos hace conscientes del vértigo del tiempo. Miramos atrás y, en algunos casos, cantamos, o intentamos cantar, lo que perdemos. El mundo rural asturiano lleva casi treinta años cayéndose a pedazos, hecho añicos, sin que a casi nadie le haya importado casi nada, sacrificado en aras de la modernidad. La modernidad está reventada, feneciendo a consecuencia de un infarto de miocardio producido por una sobredosis de speed del malo. La economía, en manos de cualquiera menos de los economistas, se ha convertido en una ciencia casi tan exacta como la crítica literaria, o mejor, se ha convertido en una ciencia exactamente tan exacta como la crítica literaria. Con este panorama, cada uno se refugia donde puede. No hace mucho me comentaba mi querido amigo Miguel Allende que él se conforma con que lo dejen en paz en su Canzana, perdido valle del Nalón arriba, con su pedazo de tierra, su vaca casina y sus trabajos del campo. “De aquí para adentro –me decía como señalando los límites de su caserío- libertad absoluta. Aquí no puede venir nadie a fastidiarme el día o tendremos guerra”. Lo que hace Miguel en Laviana me gustaría hacer a mí en este Moncóu que mira desde arriba el río Narcea: declarar mi propia y peculiar república libertaria e intentar aguantar el tirón. Existe una película de Adolfo Aristarain que abunda en esta idea: un profesor universitario al que obligan a jubilarse tiene que marcharse junto a su mujer, obligado por al presión económica, de Buenos Aires al campo. Se compra una chacra en alguna provincia y en ella establece sus propias reglas siguiendo un claro ideario: libertad, igualdad, fraternidad. Lugares comunes, creo que se titulaba.
Hay quien no se queda en la intención, sino que va más allá y se decide a llevar la teoría a la práctica, oponerse al vértigo del tiempo intentando que no se coma del todo aquellos modos de vida que se mantuvieron durante siglos y fueron últimamente devorados por la no siempre bien entendida modernidad. Hay algunos valles y montañas de los que rodean el mío por cuyo paisaje y paisanaje tengo especial predilección: fornelos, baloutos y cunqueiros son en general gentes a las que sus oficios ancestrales, esencialmente comerciales, les han inscrito en el código genético el gusto por la gente, de modo que suelen ser amables, de conversación agradable y distendida. Recuerdo que hace algunos años me interné por Guímara en el valle de Fornela (en el más extremado norte de León) y cuando llevaba media hora en el bar de Sebastián ya me sentía natural del país; en Balouta y Piornedo (Ancares leoneses y lucenses) visité pallozas y me senté a charlar amigablemente con quien me las mostraba; en este día de verano espanto la lasitud y desgana que produce el calor encaminándome a Degaña, ese lejano oeste de Asturias, concretamente al pueblo de Trabáu, uno de los cuatro tixileiros o cunqueiros, junto con el Corralín y los ibienses Il Bau y Astierna. Llevo pasando por esos pueblos desde que tengo uso de razón. Por la Montaña de Ibias, de Tormaleo a Torga, me moví mucho en la infancia por razones familiares, así que no me son ajenos ni Trabáu ni Astierna; al Corralín fui una vez en busca de unas yeguas perdidas y en Il Bau cargué más de un animal cuando mi padre andaba en el trato, pero han sido necesarios treinta y cinco años para darme cuenta de que, en realidad, bien poco era lo que sabía de los cunqueiros.
Rincón cunqueiru.
Dadme una palanca y moveré el mundo, pudo decir Arquímedes; dadme un libro y moveré mi propio mundo, digo yo con un poso de escepticismo. Pero lo cierto es que llego a Trabáu empujado por Suenos: Versos cunqueiros, un libro de Rosa Rodríguez Menéndez, que firma Rosa Cunqueira, supongo que con cierto orgullo e intención de reivindicación gremial. El libro tiene un prólogo de Roberto González-Quevedo, quien viene a confirmarnos que suceden los milagros: puede destaparse un poeta verdadero en un curso o taller. Rosa es esa verdadera poeta que sabe cantar los oficios y tradiciones de su tierra y también, como cualquier auténtico poeta, el entorno familiar y los pesares del alma para hacérnoslos llegar a todos, como demuestra en el hermoso poema “Cousas da vida”, que alcanza la esencia de lo que somos con estoicismo y humor: “Queremos lo que nun tenemos, / tenemos lo que podemos, / podemos cuando nos deixan / ya sinón aguantareimos”.
Vitorino col tornu
Rosa regenta en Trabáu la tienda de exposición y venta El Rincón Cunqueiro, justo al lado de la casa rural Quei Vitorino, y desde allí pueden las visitas salir en excursión -turismo de experiencias creo que le llaman- a conocer las abejas y su entorno. Uno llega allí, se enfunda un traje, una careta y unos guantes y puede abrir él mismo una colmena. Vitorino, un tipo natural que atesora esa llaneza que únicamente se pueden permitir los sabios, contestará amable y pormenorizadamente a todas las preguntas que se nos ocurran. Creo que actualmente él y su sobrino son los dos únicos artesanos del cuenco que hay en el valle. Él retomó el oficio después de que desaparecieran los últimos fabricantes de vajillas de madera o tixelas y ahora se esfuerza en tener relevo generacional. Es capaz de explicarte la historia de los suyos, cómo pasaban nueve meses al año fuera de casa viajando por Castilla, Extremadura, Andalucía o el País Vasco, vendiendo las fuentes, escudillas, artesas, platos y demás componentes de la vajilla que fabricaban con su torno, y también mantas, aceitunas, garbanzos o membrillo, propios de los lugares por donde pasaban y que ellos se encargaban de comercializar. Salían en invierno, y cuando la fecha se acercaba cantaban: “San Bartolo ya pasóu, / San Franciscu vai vinindu. / Vámunus indu, cunqueirus, / cunqueirus, vámunus indu”; Vitorino lo mismo puede explicarte esto que hablarte del tixileiro, el lenguaje gremial que los cunqueiros desarrollaron para entenderse entre ellos sin ser comprendidos por los demás en esos mercados y ferias de allende las montañas, una lengua gremial como otras, la de los cesteiros del Rebollar, por ejemplo, o los tejeros de Llanes; o puede también Vitorino ponerse al torno, manos a la obra, y fabricarte qué se yo, un azucarero. Pero no sólo eso, puede hablarte del Marqués de la Ensenada, de Fritz Krüguer, de Joseph Fernández y de todos aquellos que se hayan ocupado alguna vez del universo cunqueiro. Casi dan ganas de salir de allí cantando, como nos dice José Manuel Feito que hacían los tixileiros cuando se iban: “Adiós pueblo de Tablado / ¡cuándo te volveré a ver! / Cuando las hierbas del campo / vuelvan a florecer”.

Rincón cunqueiru.
Pueda uno o no volver al año siguiente, de lo que no le cabe duda es de que tradición y modernidad no son incompatibles, que alguien puede muy bien vivir en este mundo de acelerados mercados financieros conociendo aquello a lo que se dedicaron sus abuelos y tratando, en lo posible, de adaptarlo a su propia experiencia; en el caso de Vitorino y Rosa, tratando, sencillamente, de recuperarlo vertiendo en el viejo odre de la tradición un nuevo modo de vida de la mano del turismo y los servicios.
Me parece que con sentido común podemos aguantar esta gran depresión que nos asola material y mentalmente, siempre que no nos dejemos llevar tanto, tanto, tanto como hasta ahora y ofrezcamos una pequeña dosis de resistencia. Hay que resistir, cada uno en su rincón.


L´artículu na edición impresa:

26 jul 2012

VELEA. Camín de Cabu Norte.

De dalguna manera salió dende Xixón camín del norte, del últimu país, buscando´l llugar del olvidu, pensando que quiciás un sitiu nuevu borrare la memoria de too aquello que tanto-y dolía, anque sabiendo bien qu´eso yera imposible. Anduvo llargues xornaes per carreteres que-y paecieron infinites. Yera veranu y la lluz del día diba ganando-y el terrenu a la nueche a midida que subía, hasta que yá pudo ver el sol de la medianueche salir pente los montes nevaos al par del mar, esi yera´l llugar, un pueblín al pie d´un fiordu.
Entró nel únicu bar-restaurante qu´había a preguntar por dalgún sitiu ónde se quedar. Paeció-y qu´allí podría tar unos díes, un tiempu quiciás.
Una moza roxa que-y punxo la cerveza y que falaba bien l´inglés, mandólu pa la casa d´una muyerina viuda qu´alquilaba la parte d´enriba a los turistes. Yera´l sitiu perfectu. Un cuartu nuna típica casina de madera pintada de colorao, con un bañu y una cocinuca pequeña de gas pa preparar dalgo de comida si se diere´l casu, onde podía ver dende una ventana la entrada del mar ente aquellos montes impresionantes.Yera un llugar afayadizu.
Asina qu´allí-y fueron pasando los díes, les selmanes. Charraba cola dueña y tamién, si salía, cola xente del pueblu.
A toos-yos llamaba l'atención ver a aquel home solu nun llugar tan apartáu y, a xuiciu de cualquiera, tan estrañu pa él. A toos-yos contaba la so hestoria, l´accidente de la muyer, los díes de depués y la so decisión de colar, de dir onde´l dolor se fuere borrando nel recuerdu.
La única pega yera la lluz. Les primeres nueches trancó bien les contres y les cortines pa nun abusar del lorazepam que de toles maneres tenía que tomar igual pa rebaxar l´ansiedá y que tamién-y valía pa la velea que-y producía tanta claridá. Anque taba a gustu naquel sitiu, tuvo qu´aumentar la dosis a midida que pasaba´l tiempu.
Pasóse-y pela cabeza, inclusive, la remota idea de buscar un trabayu y quedase una temporada más llarga quiciás, pero empezó a atormentalu un pensamientu. Sabía que yera irracional, pero acongoxábalu nun saber si la so muyer podría tar per allí, nun llugar cercanu. Yera consciente de que taba muerta, pero dio-y por preguntar a tol mundu por ella. Describíala con tol detalle, anque, como yera natural, naide-y podía dar razón. Atormentábalu hasta tal puntu esti asuntu que yá nin ansiolíticos nin somníferos-y facíen efectu.
Dende que morriera la so muyer nun accidente de tráficu echóse a perder. Alcontrábase nun mundu nel que diba confundiendo vivos y muertos sin apenes dase cuenta y les allucinaciones fueron ganando sitiu a la realidá.
Fue desmeyorando de salú hasta tal puntu qu´un día atopáronlu medio muertu na calle unos mozos que lu acercaron hasta l´hospital.
Taba tan debilitáu que nun hubo nada qué facer.
- ¿Tendrá familia en Xixón? -preguntó´l médicu de Cabueñes-. La última pallabra que dixo fue: Geirangerfiord o dalgo asina. ¿Sabéis qué ye?
-Creo que ye un fiordu noruegu, si nun m´equivoco -dixo dalguién.

17 jul 2012

EL PRAU DE LA FIESTA

Camiseta de les Fiestes de 2011
En 1947 el cura de la parroquia d´Intrialgo en Llaviana, propunxo a los vecinos de Canzana facer una capiella nel llugar.
Naquella fecha naide podía dicir que non, pero tampoco´l pueblu dixo que sí. Paez ser qu´aquel cura nun sabía mui bien con quién trataba, o nun lo quería saber. Namás que fueron dexándolo correr añu tres añu hasta llegar al momentu actual, polo que´l mio pueblu sigue sin capiella nin santu pa cellebrar les fiestes.
Pero nin falta, porque se faen igual. Son les fiestes “A LA ALDEA DEL TÍU GORO”, que son esti fin de selmana. Si dalguién nun s´acuerda bien ye La aldea perdida de Palacio Valdés, Canzana ye´l pueblu de Demetria, ún de los dos personaxes centrales de la novela, y el tíu Goro´l so padre adoptivu.

Casa de Demetria n´actualidá.
Son de les poques fiestes paganes que conozo per aquí y ta recoyida nun estudiu que fixo Vicente Rodríguez Hevia (Vicente´l de Llatín, paisanu del nuestru conceyu) pa l´Academia de la Llingua hacia 2005 cuando yo andaba metíu na comisión de fiestes. Otra que se facía na aldea de Mardana (la del SAPU), yá va tiempu que nun se cellebra por cuenta de les dificultaes que tienen estos pueblinos con tan escasa población pa sacales alantre. En Canzana nun llegamos a los cien habitantes, pero tovía se sostienen a base del empeñu que-y ponen na comisión de fiestes.
Faise en “El Llosicu”, prau que tien la so hestoria, que vien yá de la II República.
Sabío ye qu´en Canzana había ún de los nucleos más importantes y activos de la resistencia antifranquista na Cuenca, hai que tener en cuenta que ta al par de les primeres mines qu´hubo en Llaviana, les de Coto Musel en Meruxalín, abiertes en 1876 y que fue un pueblu mineru mui comprometíu.
El casu ye qu´en tiempos de la República los vecinos compraron el prau pa facer nél una escuela.
Cola guerra civil y los años de depués, los herederos del primer dueñu robaron-ylu a los vecinos y quedáronse con él, hasta que yá al final del franquismu´l pueblu de Canzana lu reclama per vía xudicial. Fue un procesu llargu y costosu y que gracies al abogáu Emilio Barbón -que nun cobró nin una sola peseta en tol procesu y que punxo cuerpu y alma nesa xera- pudo´l pueblu facese otra vez colo que yera suyo.
Como yá había escuela nel llugar por aquelles feches, decidióse destinalu a una pista polideportiva con una caseta onde se poder reunir la xente, onde echar la partida, etc. Con dalguna ayuda d´instituciones públiques fixímoslo too (a mi yá me tocó esto último) a sestaferia.
Pa les fiestes ponse una carpa na pista. Nun hai nin procesión, nin misa, nin puya del ramu, pero arreglámosnos igual. El polideportivu ta mesmamente en “El Cantu”, a los cuatro vientos y pue vese bien clara la Peña Mea, esa especie de Narayama nuestru de la que Palacio Valdés dixo que paecía la silueta d´una diosa echada.
Son tres díes más el siguiente sábadu de baille de sociedá. Hai maratón de tute, corderaes, orquestes de les d´acordión, baille, sopes, gaita y tambor, etc. “Nun ta nada mal –como siempre diz un vecín- pa un pueblu ensin lluz”.
Canzana. (Foto de Ladio´l del Condáu).

6 jul 2012

LOST IN THE BLACK WEEK



Si vos perdéis pela (non pola -o tamién-) Selmana Negra y vos apetez pasar pela caseta de LA MARABUNTA, aquí tenéis el programa:


AGENDA DE "LA MARABUNTA". "Semana Negra 2012" (del 6 al 15 de julio)

> Viernes 6  (mañana): montaje Carpa Librería.

> Sábado 7
* Carpa de Encuentros "S/N"
21 h. Presentación de "Yo Muero hoy" de Olga Rodríguez
21:30 h a 22:15. Presentación de "Razones para la minería" de Willy Toledo
* Caseta La Marabunta.
19-20 h. Firma de Libros Olga Rodríguez
20-21 h. Firma de Libros Willy Toledo

> Domingo 8
* Carpa de Encuentros "S/N"
20:30 h. Presentación de la colección de novela Negra de "Garaje Ediciones"
* Caseta La Marabunta.
21:00 h. Firma de Libros Manuel Blanco Chivite

> Lunes 9.
* Caseta La Marabunta.
19 h. Presentación libro: "La custión nacional nel Estau Español" Andreu Nin. (FAN Asturies) Con Moisés Cima y Javier Cubero.
20 h. Presentación: "Territorio para el fuego" de Javier Cellino, con Miguel Allende

> Martes 10
* Caseta La Marabunta.
20 h. Presentación libro: "Ocupemos el Mundo", con Miguel Urban, Joseba Fernández y alguien del 15M Asturies

> Miércoles 11.
* Caseta La Marabunta.
20 h. Presentación libro.: "Del romanticismo al regionalismo: escritores carlista en la literatura asturiana". Javier Cubero. Presenta: David M. Rivas

> Jueves 12
* Caseta La Marabunta.
19 a 20 h. Firma de Libros Manuel Blanco Chivite
20 h. Charla sobre "El Caso Marea" (AVALL)

> Viernes 13.
* Caseta La Marabunta.
20 h. Presentación de "Querella Argentina contra el franquismo". "La Comuna" de Presxs y Represalidxs del Franquismo. Manuel Blanco Chivite y Boni Ortiz

> Sábado 14
* Caseta La Marabunta.
20h. Presentación del libro "De les coses del mundu" de Inaciu Llope, con Xabel Vegas

> Domingo 15. Recoger librería.